México siempre ha sido una tierra que ha acogido flujos migratorios provenientes de muchas regiones del planeta de una manera constante y sostenida. De toda esa gente que ha llegado a México, en diferentes momentos, hay sin duda considerable número de artistas que hacen suya esta tierra y dejan un legado permanente, mismo que se vuelve parte de nuestra historia y los espacios donde habitamos.
Pensemos en Manuél Tolsá, Adamo Boari, grandes arquitectos que vinieron a realizar grandes obras a la Ciudad de México. La Escultura del Caballito, el Palacio de Minería por el primero y El Palacio de Bellas Artes y el Palacio de Correos por el segundo. Hay que pensar también en otros personajes centrales como lo son hoy en día Félix Candela, un español que se avencindó aquí y realizó un impresionante esfuerzo constructivo que dejó espacios fundamentales de la arquitectura mexicana del siglo XX. Más o menos a la par de Candela, Mathias Goeritz aparece en la escena del arte mexicano de la postguerra.
Mathías Goeritz, de quien hace unos días se celebró su centenario (Nació en el Danzing alemán el 04 de abril 1915) nos legó la concepción de la "Ruta de la Amistad", una de las piedras fundamentales y síntesis de la escultura del siglo XX y en la que participó con su conjunto llamado "La Osa Polar". Junto con Barragán levantó y dio color a las Torres de Satélite, que son un icono indiscutible de la modernidad y expansión imparable de la Ciudad de México que para su construcción en 1957 se anexaba ya, los terrenos de Naucalpan, en el Estado de México.
Luego otras obras igualmente perdurables como el Museo el ECO, la concepción en equipo del Espacio Escultórico de la UNAM en el bello paisaje del Pedregal de San Ángel, entre otras obras.
El Centenario de Mathias Goeritz, es sin duda un momento oportuno para volver nuestra atención a un gran creativo mexicano.
Museo el ECO - Colonia San Rafael
La Osa Mayor - Ciudad Deportiva junto al Palacio de los Deportes
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