lunes, 23 de mayo de 2016

0027/16 - LOS CLAMORES DEL SOTAVENTO - 4a EDICIÓN DEL ENCUENTRO DEL SON JAROCHO EN EL CENART








Texto y Fotos, Carlos Lázaro

La Música es un lenguaje universal que no requiere sino las fibras del corazón para alimentar la amistad entre las personas y las naciones. Uno reconoce paisajes y culturas a través de la música, y también es cierto que uno vive marcado por la música aun antes de nacer, desde la percepción misma del latir del corazón materno. 



Las ciudades crean sus géneros y tipos de música característicos, así Nueva Orleans es el Jazz, el bossa nova es Río de Janeiro, en Buenos Aires impera el Tango y el son jarocho, tiene letras, ritmos y paisajes que solo pueden provenir de Veracruz y la Ciudad de México, ha sido también desde siempre un lugar de confluencias, aquí llega todo tipo de música y se difunde, la CDMX tiene ese papel de centro de difusión musical de carácter internacional. 



El Son Jarocho es algo más de lo que comercialmente conocemos como "la alegre música de Veracruz", pues en realidad, en sus antiguas bases, el Son Jarocho, no solo le canta a la alegría, que es representativa de la gente de Veracruz, sino que también, desde sus coplas ha sido un relator de la vida dura y triste de todos los tiempos y las eras culturales de esas tierras de sotavento –litoral de Veracruz-   



Hace algunas semanas concluyó en el Centro Nacional de las Artes de la Ciudad de México, el cuarto encuentro de Son Jarocho, que reunió a lo mejor y más representativo de este género en los espacios abiertos y jardines del CENART (Centro Nacional de las Artes), un espacio que desde hace ya años es un sitio primordial para la difusión del arte y la cultura en la Ciudad de México.

   la quijada de burro, elemento esencial del son jarocho

El Son Jarocho, más que cualquier género de los múltiples que integran la música mexicana, es sin duda el que lleva impreso el carácter de costa tropical, en el que igual se mezclan elementos provenientes de la raíz europea, africana e indígena, lo que le da ese sentido de bailable versificado, con un sello también andaluz, que proveniente del siglo XVI evoluciona y alcanza su forma característica hacia el siglo XIX, uno de los géneros más hermosos con que puede contar el país.



La música comercial y el avasallamiento cultural que ha venido a provocar la marginalización de los géneros tradicionales de música, no han podido sin embargo contener la generación de nuevos mitos musicales en el son jarocho.

La edición del 4o Encuentro de Son Jarocho, Fiesta de las Jaranas y las Tarimas, con tan grande aforo  en los espacios abiertos del Cenart, el 24 de abril pasado durante la clausura, que pude constatar el gran cariño que el público profesa al son y que se ve más vivo que nunca, convirtiéndose además en la música que se transforma en un clamor por la paz.



La clausura estuvo a cargo de dos grupos de son veracruzanos de primer orden, los Pájaros del Alba y una verdadera institución de la música jarocha, los Utrera.



Los músicos encendieron los ánimos y se comenzó a ver a la gente bailar, recordando sin duda la alegría de la costa veracruzana, fue una verbena al ritmo de las jaranas que recordaba lugares como Tlacotalpan, Cosamaloapan, Alvarado, Veracruz, Cardel, y esto cobijado bajo el cielo de la CDMX. 

#CuartoEncuentrodeSonJarocho #CENART #SonJarocho #CDMXMúsica #imagenCDMX #vivedeviajeCDMX #igersCDMX
#CDMX #PromociónCDMX




No hay comentarios:

Publicar un comentario