LA ERMITA DEL CERRO DE SAN MIGUEL Y LA RUTA DE LOS CARMELITAS EN LA CIUDAD DE MÉXICO

 Texto y Fotos. Carlos Lázaro.

 Los Carmelitas Descalzos es una orden religiosa que llegó a México durante el siglo XVI, y que erigió durante la época colonial algunos monumentos notables en la Ciudad de México, como lo son el Convento del Carmen en San Ángel y el Convento del Desierto de los Leones, ambos conjuntos realizados durante el siglo XVII. La naturaleza monástica y ermitaña de los Carmelitas Descalzos los hizo buscar un buen refugio a la mitad de los montes de Cuajimalpa. Fue precisamente en el Desierto de los Leones, en donde encontraron el lugar más adecuado para establecer su enorme conjunto conventual, que aun hoy asombra al viajero que ahí llega para escuchar las historias y rodearse del pulso de la historia de esta orden religiosa.

Mucha gente pensaría que el convento fue lo único que construyeron, lo cierto es que los carmelitas desplegaron un amplio programa constructivo para hacer accesible y transitable el camino entre su fundación en San Ángel y el Santo Desierto de los Leones que estaba rodeado por una gran franja de bosque y en su perímetro, el larguísimo Muro de la Excomunión que se construyó para evitar el paso de la gente y con ello las tentaciones de la vida mundana. Aun hoy en día es posible encontrar el trazo casi siempre en ruinas de este largo muro que en su origen midió 13 kilómetros por la periferia del monasterio. Ya de sí, la construcción de este muro fue un verdadero portento, pues se adaptó a las pendientes y barrancas por donde se realizó su trazo. Una vez terminada la construcción del muro, quien se atreviese a traspasarlo, se dice, quedaba excomulgado.

Además del monasterio y el muro de la excomunión, los carmelitas dispusieron una decena de pequeñas ermitas para la oración en medio del bosque, pero no muy lejanas del monasterio. Hay sin embargo una muy lejana, en lo más alto de la montaña, en la mera cúspide del cerro del San Miguel, y que es sin duda, la construcción colonial más alta de la Ciudad de México, un lugar a 3754 metros sobre el nivel del mar, en donde el aire es diáfano y la vista inmensa, pues desde ahí se tiene dominio por un lado, del valle de Toluca y por el otro, de la Cuenca de México. Es posible desde ahí, ver los volcanes, Popocatépel e Iztaccíhuatl, así como el Nevado de Toluca. Uno puede entender al estar ahí, la gran atmósfera de recogimiento espiritual que cautivó a los carmelitas. El interior de la capilla si bien sencillo, recoge una gran cantidad de recuerdos de los caminantes que han pasado por la montaña a lo largo del tiempo y dan gracias al santo patrono de esta capilla, San Miguel Arcángel.

El Cerro de San Miguel representa una experiencia muy agradable para quienes son amantes de las caminatas en entornos naturales, de hecho es recorrido popular entre los ciclistas de montaña y un gran número de corredores frecuentan esos rumbos. Es un lugar que vale mucho la pena para mirar la Ciudad de México desde uno de sus puntos más altos y bellos, ya que solo el cerro del Ajusco y el cerro de la Palma lo superan en altitud.



La caminata puede realizarse por dos rutas definidas, una de ellas es localizar, desde la entrada en La Venta, la primera cabaña recreativa del parque, que está unos doscientos metros antes de la caseta de acceso, y localizar en la ladera del lado derecho los restos del Muro de la Excomunión. Se debe seguir el trazo del muro hasta el Cerro del Caballete en un camino bastante empinado que puede llevar entre tres y cuatro horas, pero que sin duda nos conducirá hasta la Capilla de San Miguel que es fácil de distinguir junto a una torre de vigilancia del parque.

La otra ruta es llegar a la caseta de acceso al Desierto de los Leones y seguir a partir de ahí, a pie por el camino que conduce al paraje de Cruz Blanca y la antigua casa del General Lázaro Cárdenas, hoy en ruinas. De ahí hay que seguir el trazo de dicho camino, que es una terracería muy buena y ancho, que en algunas secciones va en paralelo al muro de la excomunión, pero que luego se separa hasta llegar al borde de un valle con varias represas de captación de agua y torres de alta tensión que cruzan la sierra. De ahí hay que continuar hacia arriba por el mismo camino, con mayor inclinación hasta llegar a la base del Cerro de San Miguel. Esta ruta tiene el  tránsito de los guardabosques del parque, quienes constantemente lo recorren. 

Es importante considerar el comenzar temprano para no regresar tarde desde la cima del Cerro de San Miguel, el recorrido completo a pie puede durar entre 6 y 8 horas dependiendo de la rapidez de la caminata, y sin duda puede convertirse en uno de sus paseos predilectos a través de los lugares naturales que resguarda la Ciudad de México. También es importante considerar que se trata de un espacio natural muy frágil por lo que se debe proceder siempre cuidando las plantas y cruzar con cuidado el área del zacatón, lugar donde es posible ver a los teporingos, pequeños conejos endémicos de los volcanes de la Cuenca de México. Por último, procure acudir con un guía o persona que haya ido con anterioridad a este lugar. 

THE CHAPEL OF SANMIGUEL AND THE ROUTE 

OF CARMELITAS IN MEXICO CITY

 Texto y Fotos. Carlos Lázaro.

The Discalced Carmelites is a religious order who came to Mexico in the sixteenth century and built during the colonial era some notable monuments in Mexico City, such as the Convento del Carmen inSan Angelo and the Convento del Desierto de los Leones; both sets made during the seventeenth century. The monastic nature of Discalced Carmelite made them seek a refuge in the middle of the mountains of Cuajimalpa. It was in the Desierto de los Leones, where they found the right place to establish its huge monastery complex, which still amazes the traveler who comes here to listen stories and to be surround by the pulse of the history of this religious order.

Many people think that the convent was the only structure built by them in the forest, but the truth is
that the Carmelites deployed a broad constructive program to connect its founding in San Angel andthe Desierto de los Leones which was surrounded by the forest and by the large Wall of Excommunion that was built to prevent the passage of people and thus the temptations of worldly life. Even today you can find the stroke almost always ruins of this long wall which originally measured 13 kilometers along the periphery of the monastery. And yes, the construction of this wall was a true marvel, because it was adapted to the slopes and ravines along its line of construction. After the construction of the wall, who dared to pass it, they say, received then the excommunion. Besides the monastery and the wall of the excommunion, the Carmelites placed ten small chapels for prayer in the woods, but not far away from the monastery. 

There is however a very distant, at the top of the mountain, in the very top of the hill of San Miguel, and is undoubtedly the highest colonial building in Mexico City, a place at 3754 meters above sea level, where the air is bright and a very wide view, you can see, Toluca Valley by one side, and on the other, the Valley of Mexico. It is possible from there,to see the s, Popocatépel and Iztaccihuatl volcanoes, and also the Nevado de Toluca. There, one can understand how was  the great atmosphere and spiritual recollection that captivated the Carmelites. The interior of the chapel is too simple, collect a lot of memories of the travelers who have passed through the mountain over time and give thanks to the main saint of this chapel, San Miguel Archangel.

The Cerro de San Miguel is a very pleasant experience for those who are lovers of walking tours in natural scenarios, it is indeed popular route among mountain bikers and runners, they are so frequent in these courses. It is a place well worth to look at Mexico City from one of its highest and beautiful points, as only the hill of the Ajusco and the Cerro de la Palma outgrow in altitude.

The hike can be done by two distinct routes, one of which is to locate, since the entry into La Venta, the first recreational park cabin, which is about two hundred meters before the access house to the park, and locate on the side of the right side Wall remains of Excommunion. Then should followthe line of the wall to the Cerro del Caballete on a fairly steep path that can take three to four hours, but we will definitely lead to the Chapel of San Miguel which is easy to distinguish near a watchtower of the park.

The other route is stopping just before the acceessing house of the Desierto de  los Leones and park and go from there, walking along the road leading to the    site of Cruz Blanca and the former home of General Lazaro Cardenas, now in ruins.

From there you follow the line of the trail, which is a very good and wide dirt,   which in some sections runs parallel to the wall of excommunion, but then spreads to the edge of a valley with several dams catchment Water and electricity towers that cross the mountains. From there you continue up along the same path, with steeper until you reach the base of the Cerro de San Miguel. This route its the regular cross of park rangers.

It is important to start early to consider not returning late from the top of Cerro de San Miguel, the entire route on foot can be completed between 6 and 8 hoursdepending on the speed of the trek, and can certainly become one of his favorite rides through natural places in Mexico City.

It is also important to consider that this is a very fragile natural environment so it must always take care with plants, and carefully cross zacatón area, where    you can see the teporingos, small endemic rabbits of volcanos around Mexico    City. Finally, try to go with a guide or person who has been here before.