viernes, 26 de junio de 2015

SENSORAMA - LA VUELTA AL BOSQUE ANTIGUO


Texto y fotos. Carlos Lázaro

Ya había comentado en un articulo reciente, sobre mi experiencia con el "teatro sensorial", en la obra "colores" del colectivo Sensorama que da sus funciones aquí en la colonia Roma de la Ciudad de México. Y de lo que a mí particularmente me dejó con buenas sensaciones respecto de mi viaje personal durante la obra. Más allá de las recomendaciones generales que compartí con ustedes en ese artículo reciente quiero abordar ahora un segundo texto sobre la misma obra pero ubicado en otra escala. Pues deben saber que una de mis gratas sensaciones fue la de haber entrado a un bosque con la sola experiencia de Sensorama.




Allá por los años 90's me gustaba correr a campo traviesa por las lomas y barrancas del poniente de ciudad. Ya entonces, apenas comenzaba el desarrollo de la zona de Santa Fe. Quedaban algunas lomas sin urbanizar y resultaba delicioso correr por aquellos senderos hacia lo alto de las lomas, desde donde la Ciudad de México tiene algunas de sus vistas más increíbles, sobre todo en esas tardes de finales del verano cuando llueve a la media tarde y se advierte prístina la luz oblicua del sol sobre la cuenca de México. Puede llegar a ser tanta esa claridad, que alguna vez, a simple vista y sin binoculares, advertí desde ese punto alto de la loma, la silueta inconfundible de la Pirámide del Sol en Teotihuacan. Una vista clara de un elemento a 60 kilómetros de distancia. 




Aquellas tardes desde lo alto de las lomas de Santa Fe, te regalan también, hermosos arcoiris y en octubre y noviembre vastas laderas cubiertas de flores. Esas laderas terminan en forma accidentada al descenderlas, regularmente hay angostos y profundos barrancos en cuyo fondo corre el agua. La orografía se repite desde Cuajimalpa hasta Magdalena Contreras, en donde una gran cantidad de barrancas perviven muy a pesar de la tremanda presión urbana. 

Uno de mis sitios favoritos para ir a correr era sin duda la barranca de Atzoyapan, a un costado del Nuevo Panteón Jardín, junto al pueblo de Santa Lucía Xantepec y cerca también del Parque Ecológico de Tarango, que conservaba en buenas condiciones algunas zonas de bosque de encino y tepozán, magueyes y te podía sorprender hacia fines del verano con pequeños escurrimientos de humedad que revelaban el origen de los ríos. En el fondo de la barranca de Atzoyapan los árboles se cubren de musgos, helechos y todo tipo de plantas hepífitas, hay momentos en que la neblina surge y si seguías el curso de otra pequeña barranca que alimentaba a la principal, encontrabas un curso de agua clara y espacios de naturaleza increíble. 




Un día, después de correr me detuve en un remanso rodeado de encinos añejos y musgosos, había en el lugar una profunda paz y un aroma a bosque húmedo inundaba el ambiente; cerré los ojos y al abrirlos, estaba ahí, delante mío, fijo en su vuelo, un hermoso colibrí que permaneció un buen rato frente a mí, sin duda una de las visiones más hermosas que haya tenido en mi vida. 

La vida te lleva luego por otros caminos y confieso que hace ya algunos años que no voy por los rumbos de la Barranca de Atzoyapan, sin embargo y regresando a Sensorama quiero compartiles que parte de mi experiencia tuvo a través de las texturas  y olores de las hierbas aromáticas que vas encontrando a lo largo de la obra, me fue posible re conectar ese bosque de encinos en mi mente, y me di cuenta que aquel bosque con su barranca me habita desde siempre, que bastaba mirar en mi interior y a través de la manzanilla, la hierbabuena y el tomillo entre otras para volver a recorrer esas laderas de flores que es posible todavía encontrar en las barrancas al poniente de la Ciudad de México. Desde esta vista interior en Sensorama, debo decirte como lector, que a pesar de tener los ojos cubiertos y reconocer luces y sombras, además verás los árboles y percibirás la vida del bosque antiguo. Esa fue al menos en mí, la gran experiencia. Quizá en tu caso encuentres otros elementos, como una montaña, un campo de siembra o porque no, también el mar. 

Para más información. Dejo aquí la información de Sensorama. 

San Luis Potosí 199, 9o piso, Col. Roma
CP: 06700, México, D.F.
Teléfonos: +55 (52) 19982586 y 19982587
http://sensorama.mx/





 





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