«Cada poema, aunque único, refleja lo universal de la experiencia humana, el anhelo de creatividad que trasciende todos los límites y las fronteras, tanto del tiempo como del espacio, en la afirmación constante de que la humanidad forma una única y sola familia»
Mensaje de la Sra. Irina Bokova, Directora General de la UNESCO,
con motivo del Día Mundial de la Poesía
con motivo del Día Mundial de la Poesía
El color del tiempo reúne por primera vez la obra poética completa de Clarisse Nicoïdski, una de las escritoras más delicadas y secretas de lo que alguna vez fue nuestra lengua. Su obra está escrita en sefardí, el antiguo español que hablaban y conservaron –casi intacto– los judíos al momento de su expulsión de España. Los poemas de Nicoïdski son una parte de la oscura raíz de donde nace nuestro idioma, a veces dulce, a veces amarga; son la memoria de lo que pudo ser, de lo que fue arrojado al exilio o a la hoguera. Una lengua calcinada donde aún arde un invisible fuego; un paréntesis en la historia; un temblor del tiempo.
El sefardí, a pesar de lo que dicen lingüistas y críticos, no está muerto. Al igual que la infancia, al igual que el paraíso perdido, surge cada día, como un remordimiento, como el más hermoso recuerdo, o como una presencia oculta en la memoria de nuestra lengua. Estos poemas son la prueba. Estos poemas son algo de lo poco que nos queda, los restos, el esplendor, de nuestro paso por el paraíso.
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