Texto y fotos, Carlos Lázaro
Muchos de los mercados de la Ciudad de México son lugares que resguardan admirables sorpresas para los caminantes y curiosos que ahí llegan, muchas veces sin siquiera aguardar ese momento de asombro. Cuando encontramos algo que no esperábamos ver, es cuando en realidad tenemos ese momento de la revelación súbita. Pienso que eso podría pasar de vez en vez con las personas que llegan al Mercado Abelardo Rodríguez, en el Centro Histórico de la Ciudad de México.
Uno llega al mercado Abelardo Rodríguez desde el Zócalo de a pie, caminando hacia el noreste, detrás de los antiguos edificios del Colegio de San Ildefonso y del convento de San Pedro y San Pablo, o de otra forma más directa, hoy en día se puede llegar vía la línea 4 del Metrobús, que tiene una parada justo enfrente del mercado, bajo el nombre del Teatro del Pueblo, ya que dicho teatro se encuentra en la parte alta del mercado. Su estructura neocolonial de 1934 -mismo año en que inaugura el Palacio de Bellas Artes- enuncia ese tiempo en que la arquitectura art decó en boga se enriquecía sobre la búsqueda de elementos nacionalistas provenientes del pasado indígena y colonial.
El punto relevante de este mercado es que conforma un elemento importante para la historia del movimiento muralista del siglo XX y para el arte mexicano en general. Sobre unos mil metros cuadrados de muros en todo el conjunto, se plasmaron una serie de murales de autores diversos, pero con una raíz común, todos eran colaboradores de Diego Rivera. Este grupo de artistas estuvo conformado por Pablo O’Higgins, Antonio Pujol, Pedro Rendón, Grace y Marion Greenwood, Ramón Alva Guadarrama, más una intervención del escultor y artista plástico estadounidense-japonés Isamo Noguchi, quien en 1935 realizó un mural en relieve en la planta alta del edificio.
Los murales del mercado Abelardo Rodríguez, representan un momento en que las ideas del socialismo y la justicia agraria, los ideales de "Tierra y Libertad" provenientes de los ideales emanados de la Revolución Mexicana, habían emergido como un volcán y se plasmaron sobre los muros de los edificios de gobiernos de la Ciudad de México, principalmente. hoy en día representa parte de ese legado de los artístas del siglo XX, mismos que se resguardan y enriquecen el acervo de la Ciudad de México, justo es por tanto añadir que si usted aun no los conoce, tiene ya un pendiente más por conocer en la hermosa CDMX, y por tanto una invitación para recorrer con la vista los murales del Mercado Abelardo Rodríguez.
Sr. Carlos Lázaro. Encuentro muy interesante este informe ya que he visitado recientemente como turista, dicho Mercado y he apreciado éstos murales. Quisiera saber a quienes corresponde cada uno de ellos.
ResponderEliminarGracias.
Hace muchos años ,mi hermana vivía en el centro y me mandaba a ese mercado, siempre me gustó ,porque lo ví en temporada decembrina y me pareció de lo más bonito e impresionante, soñé hoy con ese mercado ,nada más no me acordaba como llegar a él. Ella vivía en Joaquín Herrera. Muy hermoso mercados inolvidable la visita a él.quiza si Dios lo permite lo visito en mi próximo viaje a México
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